Las principales ciudades turísticas de China

Ciudad Prohibida de Beijing

¿Quién puede resistirse al magnetismo que ejerce el País del Centro? De hecho, todos los posts del mundo se quedarían cortos a la hora de resumir las incontables maravillas arquitectónicas y naturales que atesora China.

En efecto, este gigante de 9,6 millones de km cuadrados (o lo que es lo mismo, casi la misma extensión de Europa) y 1.350 millones de habitantes (lo que lo convierte en el Estado más poblado del planeta), aún conserva la esencia de su cultura milenaria, su esplendoroso pasado imperial (la primera dinastía, la Xia, se remonta al siglo XIX a.C.) y numerosos rincones de belleza paisajística sin parangón.

A continuación, se ofrecen unas brevísimas pinceladas de sus principales destinos turísticos, si bien esto es sólo un aperitivo de todo lo que le aguarda al viajero en este incomparable territorio asiático.

Beijing

Sin duda, ésta es la visita imprescindible para todos aquellos que se acerquen a China por vez primera. Con una población de 12 millones de habitantes y una superficie de 1.500 km cuadrados, la capital del país exhibe orgullosa los vestigios que en ella dejaron las dinastías Ming (1368-1644) y Qing (1644-1912).

Sin duda, el principal atractivo de casco urbano es la famosísima  Ciudad Prohibida, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1987. Iniciada en 1404 por orden del emperador Yongle, posee cerca de 800 majestuosos edificios que convierten  este espectacular complejo palaciego en la principal colección de estructuras de madera antiguas del mundo. La visita ofrece la posibilidad de contemplar tres tronos imperiales y los jardines de palacio.

No obstante, tampoco desmerecen atracciones como el espectacular templo de Cielo (el centro ceremonial por antonomasia de los emperadores), el Palacio de Verano (la magnífica segunda residencia de los mandatarios Qing, repleta de jardines y pabellones), el parque de Jingshan, la plaza de Tiananmen (la más grande del mundo, en la que se halla el mausoleo de Mao Zedong), el Antiguo Palacio de Verano (de factura neoclásica), la Gran Mezquita, el Yonhegong (o templo de los Lamas) o la singular pagoda Blanca.

Sin embargo, dos de sus mayores alicientes se localizan a unos 65 km de la ciudad. Por un lado, las tumbas Qing i Ming y, por supuesto, la Gran Muralla (su tramo más famoso se encuentra en la localidad de Badaling). Iniciada en el siglo V a.C. y concluida en el siglo XVI, llegó a alcanzar una longitud de 20.000 km, que se extendía desde la frontera con Corea hasta el desierto de Gobi.

Beijing tiene un un importante aeropuerto internacional (机场首都), bien conectado con el centro urbano mediante la línea 2 de autobuses o en taxi (el trayecto, que se efectúa por autopista de peaje, tiene una duración de entre 45 m y una hora de duración).

Guilin

Situada en la región autónoma de Guangxi, esta pequeña localidad es un verdadero regalo para los sentidos, debido a las fascinantes montañas de formas imposibles que la circundan (aunque el turismo de masas empieza a pasar factura a este antiguo núcleo de pescadores). Entre sus accidentes naturales más famosos, se cuentan la Trompa del Elefante (un arco natural situado en un parque que también da cabida a una pagoda budista del siglo XVI), el pico de la Belleza Solitaria (de 150 m de altura) y las colinas de Diecai Shan y de las Siete Estrellas. En cualquier caso, la principal atracción de Guilin consiste en realizar un sugerente crucero por el bellísimo río Li. Este sugerente recorrido fluvial finaliza en la localidad de Yangshuo, desde la que se pueden realizar interesantes

Desde el punto de vista de las comunicaciones, Guilin cuenta con el aeropuerto internacional de Liangjiang, situado 30 km al oeste de la localidad y bien conectado en autobús.

Lhasa

Capital de la región administrativa especial del Tíbet y principal centro espiritual del  budismo lamaísta, esta ciudad rodeada de montañas y emplazada a 3.600 km de altura es un reducto espiritualidad que no hay que dejar de descubrir, pero también uno de los iconos de la opresión china (el Tíbet fue independiente hasta 1950, año en que las tropas maoístas lo anexionaron a China).

Sin lugar a dudas, su mayor reclamo es el espectacular Palacio de Potala. Antigua sede del Gobierno tibetano y residencia de invierno del Dalai Lama, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1994, tras cinco años de reformas. A su vez, tampoco hay que perder de vista los monasterios de Sera y Drepung —este último, de comienzos del siglo XV, fue uno de los mayores del mundo en el pasado— y el templo de Jokhang, con 13 siglos a sus espaldas y considerado como el principal lugar sagrado de las tierras tibetanas. Sin duda, esta bulliciosa arteria constituye el punto más célebre del callejero de Lhasa. Además, no hay que pasar por alto la calle de Barkhor, que concentra el flujo de peregrinos  (o «kora») más multitudinario de Lhasa. En ella, asimismo, también se puede encontrar una nutrida oferta comercial.

Aunque Lhasa dispone de un aeropuerto (el de Gonggar), la mayoría de los vuelos que acoge son domésticos (el único de carácter internacional une la ciudad con la capital de Nepal, Katmandú).

  • Más información: Lhasa

Shangai

Con una población de más de 20 millones de habitantes, Shangai no sólo es la ciudad más populosa de China, sino también su principal centro económico y financiero. Aunque posee una historia milenaria, lo cierto es que su mayor crecimiento lo ha experimentado en apenas dos décadas. Una explosión urbanística tiene como símbolo el futurista barrio de Pudong, en el que se elevan edificios tan emblemáticos como la torre de la Perla de Oriente (de 468 m y considerada como uno de los iconos de esta urbe) o el Jin Mao y el Shanghai World Financial Center. No obstante, las calles de Shangai también brindan un interesante compendio de arquitectura europea, legado de la época colonial. Para ello, nada mejor que acercarse hasta el barrio del Bund.

Otro de sus alicientes es el río Huangpu —en el que se puede disfrutar de un inolvidable crucero—, el Maglev o Transrapid (el primer tren de levitación magnética del mundo),  los preciosos jardines Yuyuan (1559-1755) o el templo del Buda de Jade, en el que se pueden admirar unas hermosas esculturas birmanas.

En sus inmediaciones, no hay que perderse Hangzhou y Suzhou.

El  aeropuerto Internacional de Pudong , se halla 30 km del centro urbano, y cuenta con buenas comunicaciones.

Xi’an

Capital de la provincia de Shaanxi, esta capital histórica de China es mundialmente famosa por dar cabida al espectacular yacimiento del Ejército de Terracota, más conocidos como de los Guerreros de Xi’an. Este soberbio conjunto, descubierto en 1974 por cinco lugareños mientras excavaban un pozo, acoge unas 7.000 reproducciones de guerreros, caballos y carros de combate a tamaño natural. Su artífice fue el primer emperador de la China unificada, Shi Huang Ti, quien los encargó en el siglo III a.C. para que custodiaran su tumba (situada a pocos km, aunque sólo pueden visitarse sus exteriores).

Ya en el caso urbano, merecen una especial atención la muralla, los restos del poblado neolítico de Banpo (4000-3000 a.C.), la pagoda de la Oca Salvaje, las torres del Tambor y de la Campana (ambas del siglo XIV) y el barrio musulmán, en el que descuella la Gran Mezquita.

A 47 km, se localiza el aeropuerto internacional de Xianyang.

Otros destinos importantes de China:

  • Chengdu
  • Chongqing
  • Datong
  • Hong Kong
  • Luoyang
  • Macao
  • Nanjing
  • Pingyao
  • Taiwan
  • Urumqi
  • Zhengzhou

Foto vía: Cèlia Roca

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Categorias: Informacion de China



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