Templo de los Lamas, budismo en Beijing

Templo de los Lamas

Yonghe Gong es el nombre que recibe el Templo de los Lamas, que traducido al castellano significa “Palacio de la Armonía y de la Paz”. Es un monasterio dedicado a la práctica del culto budismo tibetano y uno de los más grandes y conocidos de Beijing.

Situado al norte de la ciudad, en el metro Yonghe Gong, línea 2 y 5, sus vistas desde fuera resultan espectaculares. Las calles de los alrededores del monasterio están copadas de establecimientos que venden incienso de todos los tamaños, grosores y olores impregnando el ambiente e indicando que se está cerca del Templo.

El monasterio es un recinto cerrado precedido por un sendero custodiado por árboles y parterres. En su interior varios pabellones se suceden en los patios que hay, Sala de Los Reyes Celestiales, Sala de la Armonía y de la Paz, Sala de la Eterna Protección, Sala de la Rueda de la Ley y la Sala del Pequeño Potala, todos ellos con un gran quemador de incienso a sus puertas. El último de los pabellones, de las Diez Mil Felicidades, es más grande e interesante para los turistas. Dentro del mismo hay una gran estatua de Buda. Tiene una altura de 26 metros y está hecha de madera de sándalo.

El complejo se construyó en el año 1694 por orden del emperador Kangxi para su hijo Yinzhen, con el nombre dinástico Yonghe Gong, quien destinó parte del palacio a monasterio budista. En 1725 un incendió quemó la parte dedicada a la residencia real salvándose el monasterio. En 1949 fue declarado monumento nacional y en 1979 se empezó a restaurar, en la actualidad en su interior viven un grupo de religiosos procedentes de Mongolia, seguidores de la doctrina de la escuela de los Secretos, dedicada también al estudio de la astronomía, las matemáticas y la medicina.

Cuando se abandona este lugar sagrado en la mente se quedará grabada varias imágenes y un olor. La imagen de la gente orando en frente de unos grandes quemadores de incienso con reclinatorios, las campanas que siempre hay en todo templo budista, la rueda de la oración y por supuesto la imagen de los monjes caminando por los patios, custodiando las salas o visitando el templo donde habita a quien van destinadas sus plegarias. El olor a incienso no abandona al curioso que se ha acercado a este lugar hasta mucho después de finalizar su visita.

Print Friendly, PDF & Email



Etiquetas: , ,

Categorias: Beijing, Cultura China



Comments are closed.