Cocina de Taiwán, mezcla de sabores

Taiwán ha creado una cultura de la cocina que es espléndida a partir de dar prioridad al estilo gastronómico de las provincias de Sur de Fujian y de Guangdong y combinándolo con las características de la cocina del resto de China. Con un sabor muy ligero, buena apariencia e ingredientes principalmente de la comida del mar, los platos de esta isla son una mezcla de los estilos de cocina Min, Yue y Hakka, desarrollados con productos locales y costumbres que crean una cocina especial que también está influenciada por la cultura japonesa.

Los sabores de los platos tradicionales de Taiwán tienden a ser originales y naturales, mostrando claramente la influencia de sus productos siempre frescos debido al clima húmedo y cálido de este lugar. Sin importar la clase de cocina que se aplique, esta gastronomía hace un gran énfasis en lo ligero y en lo fresco, por lo que es una de las cocinas más únicas de China y que no te puedes perder.

Algunos de estos platos tradicionales son:

– Pollo de tres tazas o San Bei Ji: Este es un plato típico hogareño de Taiwán. Una taza de aceite, una taza de soya y una taza de vino de arroz son los condimentos básicos de este plato. Para prepararlo se deben poner las piezas del pollo con sal en una vasija de piedra y después mezclarlas, tras de lo que se ponen las tres tazas de condimentos junto a algunos pedazos de jengibre y ajo.

Entonces esta vasija se debe poner en fuego alto hasta que los líquidos estén hirviendo y cuando eso pase el fuego se puede bajar hasta que el pollo esté cocinado y se seque un poco el jugo saborizado. Al final se le pone albahaca, que es un condimento muy popular en la isla, después de lo cual puede ser servido. Este pollo es fácil de masticar y tiene sabores muy fuertes, por lo que va muy bien con el arroz y con el alcohol.

– Omelet frito de rábanos secos o Cai Fu Dan: Este es un plato muy sencillo en el estilo taiwanés. Primero se deben freír rápidamente los pedazos del rábano seco con un poco de ajo y después se apartan un momento. Después se fríe un huevo mezclado junto con las piezas del rábano hasta cuando todo se vea dorado. Este es un plato simple, económico y va muy bien con arroz y sopas.

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