Breve historia de Beijing

Beijing

En torno al siglo VIII a.C se funda la ciudad de Ki, la que terminaría convirtiéndose en la actual Beijing. Con unos inicios marcados por la convulsión social y afectada por las frecuentes disputas entre reinos, su situación cambió con la llegada de Qinshi Huangdi, fundador de la dinastía Qin e históricamente el primer unificador y gobernante de China. En el periodo entre los años 206 a. C. y Por Jin pasaron las dinastías Han y Tang, y el gobierno de las tribus Khitan (dinastía Liao) y Jurchen (dinastía Jin), éstos últimos renombraron la ciudad como Zhongdu.

La ciudad fue asolada por Genghis Kan en el año 1215, y fue su sucesor Kublai Khan tras conquistar China quien se encargó de reconstruirla, para que hiciese de capital para la dinastía Yuan. Durante este periodo fue conocida como Dadu (Gran Capital para los mongoles) y coincidió el reinado mongol con la llegada de Marco Polo, reinado que terminaría con la expulsión de los mongoles en el año 1368 y el establecimiento de la dinastía Ming.

Los Ming fueron los últimos gobernantes de origen chino, y fueron sustituidos por los manchúes (dinastía Qing) a partir de 1644, año en que prendieron fuego a la ciudad y la reconstruyeron a su manera, dotándola de una mayor belleza estética con edificios como el hermoso Palacio de Verano o la Puerta de la Paz Celeste. También fue a partir de este año cuando se impuso de manera oficial el uso de coleta para todos los habitantes de China, además de prohibirse el matrimonio entre manchúes y chinos.

Durante el año 1860 se desata la Segunda Guerra del Opio, en la cual los británicos y franceses protagonizaron un gran saqueo de la ciudad, además de destruir el Palacio de Verano. También emprendieron la construcción del Barrio Diplomático, pero el rechazo de los chinos por los extranjeros dio origen a numerosas sociedades de resistencia, tales como los Adoradores de Dios y los Boxers, que se enfrentaban al gobierno manchú.

Con la caída de la dinastía Qing en el año 1912, la capital pasa de Beijing a Nanjing, y así permanecerá hasta 1928, año en que Chiang Kai-shek se proclama como presidente de toda China y vuelve a otorgar a Beijing la capitalidad. Durante la Segunda Guerra Mundial la ciudad queda bajo el control de los japoneses, pero volverá a manos chinas en 1949, con la llegada del comunismo al poder.

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Categorias: Beijing, Historia sobre China



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