Conociendo el desierto de Gobi

Desierto de Gobi

El desierto de Gobi, que se extiende ocupando parte del territorio del sur Mongolia y del norte de China, se hizo célebre por ser el primer lugar del mundo donde se hallaron restos fósiles de dinosaurios. Habitado desde tiempos inmemoriales por pueblos nómadas, en los últimos siglos estas poblaciones han ido disminuyendo considerablemente, dando aun mayor significado a su nombre, Gobi, que significa «desierto» en mongol.

Su extensión es tal que ocupa el 30% del territorio de Mongolia, y es el 6º desierto más extenso del planeta, y sus temperatura tampoco son nada hospitalarias, pudiendo pasar de una máxima de 45ºC durante el día hasta los -40ºC por las noches. Las únicas precipitaciones se producen durante los meses de invierno, fechas en las que incluso se pueden registrar tormentas de hielo y nieve.

Este desierto fue uno de los lugares de paso para la antigua Ruta de la Seda, y se atribuye el mérito a Marco Polo, así como su padre y su tío, de haber sido los primeros occidentales en atreverse a cruzar esta enorme extensión desértica en 1275. Esta hazaña no sería repetida por ningún occidental hasta finales del siglo XVII, cuando el jesuita Jean François Gerbillon volvió a cruzar el desierto.

Pero la principal importancia del desierto de Gobi, aparte de su significado histórico es la abundante presencia de restos fósiles, perfectamente conservados gracias a las duras condiciones climatológicas. Las primeras excavaciones tuvieron lugar en 1920, cuando por accidente unos paleontólogos quedaron atrapados con su vehículo en la arena. En primer lugar sólo encontraron algunos restos de lagartos, pero a medida que profundizaban fueron hallando cráneos de dinosaurios, partes de esqueletos e incluso algunos huevos fosilizados, todo un logro para la comunidad arqueológica.

Foto vía: dailytravelphotos

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Categorias: Parques Naturales



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