China despues de las Olimpiadas

Estadio El Nido, Beijing

08 del 08 del 2008, esa fue la fecha elegida para celebrar unos Juegos Olímpicos que marcarían el antes y el después del país que asoma la cabeza al nuevo mundo. El ocho es su número de la suerte, el de la fortuna y su superstición quedó plasmada en cada uno de sus actos durante los dieciséis días que duraron las olimpiadas. Un año después, aquello que fue sigue presente y por las calles de la capital aún se pasean las cinco mascotas cuyo nombre esconde un juego de palabras que dan la bienvenida a la ciudad: “Běijīng huānyíng nǐ”.

Caluroso, abarrotado y con un ápice de magia que aún perdura se presenta la villa olímpica a todos los turistas que desean recordar aquello que fue y que, tal vez, sólo pudieron ver por la televisión. Occidentales pero, sobre todo, locales de pueblos del interior se acercan cada día a la zona norte de la capital. No importa lo lejos que se encuentre del centro de la ciudad, la melancolía puede con todo eso y las cámaras de fotos no paran de sonar para retratar el momento.

Una espectacular inauguración en el estadio de “El Nido” donde 205 delegaciones pasearon sus banderas para unirse a una fiesta que llevaba preparándose mucho tiempo. Hoy, no hay delegaciones ni atletas pero la ilusión por avanzar, por ganar aún permanece entre sus ciudadanos. China consiguió un total de cien medallas, de las cuales cincuenta y una eran de oro, anteponiéndose así a la otra gran potencia, EEUU, que llegó a las treinta y seis. Un sabor a victoria para de los anfitriones.

Villa olimpica de Beijing

La gran avenida de la Villa Olímpica en su primer aniversario tomó otro cáliz. Tornó en festiva y todos los medios de comunicación quisieron rememorar la inauguración de un año anterior volviendo a emitir la ceremonia de apertura. Ya no hay deportistas en sus calles. Ahora sólo permanecen sus fotografías durante esas dos semanas que compitieron en Beijing. Un tenista español, un nadador norteamericano o una judoca china son los protagonistas de un gran mural que presenta a los campeones.

Mismo escenario, un año después. El sol calienta tanto como entonces, el momento en el que China abrió la ventana hacia el cambio. Los Juegos Olímpicos se convierten en un paso hacia delante de aquella ciudad que los albergue, son los abanderados del progreso y del intercambio entre países. El gran dragón quemó todos sus cartuchos y consiguió despertar un interés por China que les mantiene vivos.

Print Friendly, PDF & Email



Etiquetas:

Categorias: Beijing



Deja tu comentario