Sentado o de pie desde Shangai hasta Beijing
La red ferroviaria en China es tan amplia como su país y tan variada como sus gentes. De Norte a Sur, de Este a Oeste. Sus ciudadanos y los turistas pueden moverse con libertad por sus grandes líneas. Pero, ¿en qué condiciones?
Un trayecto en China puede convertirse en toda una odisea debido a las grandes distancias que puedes llegar a recorrer en los viajes a través de ella. Un simple Beijing- Shanghai, dos ciudades tan conocidas como concurridas, pueden generar muchos viajeros que cogen los trenes que las conectan durante todo el día. Muchos trenes pero también demasiadas personas que desean trasladarse de un lugar a otro. Por ello, en China, no está permitido comprar billetes de tren con más de diez días de antelación y así evitar toda saturación posible.
El tren T103 ha sido el que nos ha llevado esta vez a Shanghai desde Beijing. Una semana de antelación no fue suficiente para comprar unos buenos billetes y sólo disponíamos de asientos duros, tanto para ir como para volver. En los trenes de China, normalmente ofrecen la posibilidad de viajar en cama blanda, cama dura, asiento blando y asiento duro. Esta vez, nos ha tocado viajar en éste último tipo.
Nuestra experiencia no ha tenido nada que ver con la cama dura que cogimos cuando viajamos a Hong Kong. Esta vez han sido 13 horas de viaje frente a las 24 horas hacia la antigua colonia inglesa, pero la sensación de cansancio es mucho mayor cuando se viaja en asiento duro. ¿Las razones?… Numerosas y determinantes.
En primer lugar, y como era de imaginar, la cama te aporta una comodidad que no obtienes en una silla. Por muy dura que fuesen, las literas del vagón de cama ofrecen la posibilidad de ir sentado en unas pequeñas sillas desplegables del pasillo, pero también dispones de una cama limpia donde dormir. Sin embargo, la silla es tan dura y recta que sólo los chinos pueden tener la facilidad de dormirse en esas condiciones.
Por otro lado, en el vagón de los asientos duros, se venden al mismo tiempo tickets para las personas que viajan de pie. Sí, parece sorprendente, pero en China se venden billetes para viajes de más de diez horas para aquellos que desean, o no tienen más remedio, viajar de pie o tirado en el suelo. Las autoridades policiales y trabajadores del tren no dejan de recordarte que siempre debes estar atento a tus pertenencias para evitar cualquier robo por parte de viajeros sospechosos que no llevan ni siquiera equipaje.
El precio por ir en una cama, dura o blanda, es superior pero sin duda alguna merece la pena. Viajar en condiciones que bordean el límite no te dejará disfrutar de la ciudad que vas a visitar. Este viaje en tren Beijing – Shanghai ha sido el primero de largo recorrido que hemos realizado en asiento duro.
Uno y no más, lección aprendida.