Las ruinas de la Iglesia de San Pablo, en Macao
En la ciudad de Macao se alzan las ruinas de lo que fue una iglesia católica, la Iglesia de San Pablo. Este edificio religioso fue ideado por un cura italiano y fue construido con la ayuda de artesanos japoneses de suma calidad. Comenzó a construirse en 1602 y se terminó en 1637, pero no ha sobrevivido íntegro al paso de los siglos ya que fue atacada por el fuego en tres oportunidades desde entonces y aunque fue reconstruida tenazmente después de cada uno, hoy solo se conserva la fachada principal.
Eso es precisamente lo que la hace tan pintoresca o fascinante al ojo del turista y su cámara fotográfica. Es lo único que podemos ver desde que el incendió ocurrido en 1853 la destruyó por completo. Las causas de cualquiera de estos incendios nunca pudieron determinarse, pero lo que queda de esta iglesia es precisamente su parte mas valiosa pues el frente da muestra de una arquitectura y una escultura exquisitas.
A nivel arquitectónico entonces esta iglesia mezclaba el estilo renacentista con algunos elementos de la arquitectura y la escultura orientales. La pared frontal o Sam Ba Sing Tzik está dividida entonces en cuatro pisos cuyo punto más alto lo ocupa una cruz. En cada uno de los pisos inferiores hay un nicho con una escultura de bronce y debajo de la cruz hay otra estatua con forma de paloma que representa a Dios. A su alrededor hay otras esculturas del sol, la luna y las estrellas simbolizando a la Virgen María embarazada y Jesús.
Además, en el tercer piso hay otra estatua de la virgen rodeada por peonías y crisantemos, China y Japón respectivamente, y otras esculturas exquisitamente trabajadas cada una con su significado. Finalmente, en la base de la fachada hay tres puertas.
Sobre la puerta principal está escrita la frase en latín Mater Dei y a ambos lado HIS. De hecho, toda la fachada está llena de simbolismos y su belleza la hace muy merecedora de nuestra visita.
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