Zheng He: ¿el precursor de Colón?

Zheng He

En enero del 2006, la capital china, Beijing, asistió a la presentación de un planisferio realizado en el denominado Imperio del Centro y fechado en 1418.

Sin duda, este sencillo acto hubiera pasado desapercibido si no fuera por un pequeño y sorprendente detalle: el mapa que en él se mostraba incluía la silueta del continente americano, pese a que aún faltaban más de siete décadas para la llegada de Colón al Nuevo Mundo.

Según se dijo en aquella ocasión, el insólito mapamundi fue realizado durante las travesías que, entre 1405 y 1418, capitaneó el navegante chino más célebre de la historia de China: Zheng He ( 鄭和) (1371-1433), un eunuco de origen musulmán que, bajo las órdenes de los emperadores de la dinastía Ming Yongle (永樂) (1402-1424) y Xuande (宣德) (1425-1435), encabezó las expediciones marítimas más importantes de su época.

Nacido a la aldea de Henan (provincia china de Yunnan), el pequeño Ma He —era éste su primer nombre— fue capturado por las tropas del ejército imperial, castrado, rebautizado como Ma Sanbao (‘sanbao’ se puede traducir como la expresión budista ‘tres joyas’) y enviado a la corte del príncipe Zhu Di, que en 1403 se convertiría en el nuevo emperador del país con el nombre de Yongle.

El nuevo mandatario, permanentemente enfrentado a los mongoles, sería el artífice de la conquista del Vietnam, el establecimiento de la capital del país en Beijing (radicada a Nanjing hasta el momento), la construcción de la  Ciudad Prohibida y la reapertura del Gran Canal. A todos estos hitos se sumaría, además, la puesta en marcha de espectaculares expediciones marítimas de cariz comercial, pacíficas y dirigidas a exhibir la superioridad naval del gigante asiático.

Gracias al valor demostrado en varias campañas militares, Ma no tardaría a ganarse la consideración de Yongle, quien le otorgaría en señal de agradecimiento el nombre de Zheng He y lo situaría, en 1405, al frente de la flota imperial.

Mediante las expediciones lideradas por el navegante, el emperador pretendía disuadir a los potenciales enemigos de emprender una acción armada contra su pueblo. Además, los constantes ataques sufridos por los comerciantes que secundaban la Ruta de la Seda, obligaba a abrir vías alternativas a los circuitos terrestres, en un intento de revitalizar comercio.

Del mismo modo, conviene señalar que, pese al abundante armamento que solían transportar los bancos de Zheng He, estas expediciones navales no albergaban una motivación bélica. De hecho, ninguna de ellas sirvió para expandir los territorios chinos, ya que Yongle se contentaba con intimidar a los pueblos vecinos mediante la exhibición de sus imponentes barcos.

En cualquier caso, la excusa que esgrimía para justificar este despliegue apuntaba al deseo de localizar un sobrino que había desaparecido, si bien este argumento resulta inverosímil (si consideramos que su pariente había intentando usurparle el trono años atrás).

El desorbitado coste de estas expediciones (que también disminuían los recursos económicos destinados a la defensa del norte de China) y la reapertura del Gran Canal el 1415 (hecho que reactivó el transporte de mercancías) precipitaron el fin de las onerosas campañas marítimas del admirado Zheng He.

Foto vía: Polyfet.com

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Categorias: Cultura China



Comentarios (1)

  1. Humberto dice:

    Para más info, el libro 1421: El año que China descubrió el mundo, trata las teorías de Gavin Menzies al respecto, el primero en investigar el tema.