Fertilidad artificial para la máquina china

Niño chino

La infertilidad en China lentamente se está convirtiendo en un tema cada vez más popular pero, encontrar a parejas que quieran hablar de ello en los diferentes medios de comunicación está lejos de materializarse. Nadie quiere hacer frente a esta realidad, parejas, médicos, familiares y la sociedad en general, por lo que el tabú está ahí.

En China los matrimonios sufren la presión por parte de familiares y amigos para tener un hijo. Las parejas que no lo tienen a los pocos años de casarse sufren el estigma por el resto de la sociedad. La pregunta ¿por qué no tiene un hijo? Es el comienzo de elucubraciones muy molestas y perjudiciales para la pareja.

La mujer, como en la mayoría de los casos, es la persona en la que recaen las “culpas” por la no llegada de ese hijo tan esperado, por el matrimonio y los familiares. Los maridos llegan a pedir el divorcio por ese motivo, quizás el problema sea suyo, ¿no? Es inviable poner en duda la “hombría” del marido. El machismo en este asunto es patente, el silencio de la mujer no ayuda a cambiar esta situación, por otro lado, fruto de la ignorancia también. Todo esto es muy común en la China rural, donde un niño se ve como una expectativa y necesidad. En el futuro el niño será quien se encargue del cuidado de sus padres.

Los tiempos cambian y poco a poco los tratamientos de fertilidad van ganando terreno y se van aceptando como una solución normal ante un problema normal, donde no hay culpables. Los nuevos matrimonios quieren luchar hasta el final para conseguir el anhelado hijo. Aún así, las parejas que deciden dar el paso y empezar el tratamiento no lo dicen. Prefieren mantener el anonimato por miedo a la reacción de la sociedad y para cuidar a su futuro hijo.

China tiene una población aproximada de 1.300 millones de habitantes, un número que les da fuerza pero al tiempo les limita y les condiciona a la hora de desarrollarse. A los matrimonios se les pide tener un hijo, en el mejor de los casos podrán tener dos, por otro lado, la pareja que no puede tener uno sufrirá el acoso y las críticas de su entorno. El país funciona como una máquina perfectamente engrasada, donde cada uno de sus habitantes sabe muy bien el papel que desempeña y, quien no lo haga así, sufrirá la presión del otro.

Print Friendly, PDF & Email



Etiquetas:

Categorias: Cultura China



Comments are closed.